
06 Feb Publicidad Ecológica. Nuevos materiales para sustituir los plásticos… ¿también en la impresión?
En los últimos años, un importante porcentaje de los esfuerzos de I+D están orientados a diminuir la huella digital. Esta búsqueda es extensible a la producción de aplicaciones publicitarias. En esta entrada os hablamos de Publicidad Ecológica. Qué buscan los clientes finales, en qué se está trabajando y qué nuevos materiales ya están disponibles en el mercado.
Que las sociedades modernas, y por extensión e imposición, el resto del planeta, tenemos un problema con los residuos plásticos es un hecho del que, poco a poco, empezamos a cobrar una clara conciencia. Las imágenes de enormes mareas plásticas que cubren superficies oceánicas equivalentes a tres veces el territorio español, poniendo en grave peligro los ecosistemas marinos, nos dejan atónitos. Nos hacen preguntarnos cómo hemos podido llegar hasta este punto.
La respuesta, podríamos complicarla todo lo que queramos, pero en el fondo es sencilla.
Nuestras economías llevan siglos asentadas sobre un ciclo de extracción, transformación, utilización y deshecho de recursos naturales en el que, aún hoy, las palabras reciclaje o economía circular tienen escasa influencia. En este ciclo, los materiales plásticos han aportado innegables ventajas. Entre ellas, sus excepcionales propiedades técnicas, su versatilidad y sus ajustados costes de fabricación.
Sin duda, nuestras vidas serían muy distintas si no existieran materiales plásticos y, me atrevo a decir, mucho menos cómodas. Sin embargo, los plásticos tienen un gran talón de Aquiles que solo su uso – y abuso – indiscriminado durante el último siglo y medio ha revelado: son semieternos. La naturaleza no es capaz de procesarlos e irremediablemente se acumulan en cantidades cada vez mayores. Su mera existencia reclama a gritos un ciclo económico diferente…
Pero la lógica nunca ha regido la economía.

Cambio de mentalidad, primer paso hacia una publicidad ecológica
Afortunadamente, a lo largo de la última década, se han empezado a dar los primeros pasos, aunque tímidos aún, para encarar un problema que, si seguimos ignorando, llegará a ocasionar catástrofes medioambientales de una magnitud que sólo unos pocos científicos son capaces de vislumbrar.
Poco a poco, la sociedad va asumiendo que, pese a la innegable comodidad del plástico, igual es el momento de ir sustituyéndolo, en alguna de sus aplicaciones, por otros materiales más fáciles de reciclar o que directamente puedan ser asimilados por la naturaleza una vez desechados.
Basta hacer una rápida búsqueda en Google, limitada al último año, para encontrar información sobre numerosos proyectos de investigación orientados al desarrollo de materiales más fácilmente desechables y que puedan rivalizar con el plástico en propiedades y coste de fabricación. Y, por supuesto, los impresores gráficos ya están buscando opciones para la producción de una publicidad ecológica que cubra las nuevas necesidades de las marcas.
Desarrollo de nuevos materiales
También existen avanzados proyectos de investigación que buscan la creación de materiales totalmente nuevos, para retar a los plásticos. Por ejemplo, a principios de mayo de 2018, se anunció que un grupo de investigación en Biotecnología de la Facultad de Química de la Universidad de Querétaro, había desarrollado un biopolímero, basado en residuos de la industria agraria, que permitía la fabricación de bolsas de “plástico” degradables. De hecho, ya habían fabricado un prototipo que ofrecía las mismas propiedades mecánicas que una bolsa de polietileno de alta densidad.
Unos días antes de esta noticia, se podía leer otra igualmente prometedora que informaba del descubrimiento de un nuevo polímero que, además de aportar muchas de las características tradicionales de los plásticos (peso ligero, resistencia al calor, durabilidad, etc.), permite una reciclabilidad química completa. Este proyecto, liderado por Eugene Chen – profesor del Departamento de Química de la Universidad Estatal de Colorado – abre la puerta una economía realmente circular. Este material “podrá ser reciclado y reutilizado infinitamente”, en palabras del propio Chen.

El papel de la industria en la búsqueda de materiales biodegradables
Pero no sólo en las universidades se está investigando para resolver “el problema del plástico”. También numerosas industrias privadas están desarrollando productos que buscan sustituir otros que, tradicionalmente, se han fabricado a patir de materiales plásticos.
Es interesante comprobar cómo estos esfuerzos de desarrollo no son únicamente patrimonio de las grandes industrias químicas, sino que también pequeñas y medianas empresas de todo el mundo están trabajando en esa dirección. Por ejemplo, una empresa polaca llamada Biotrend ha desarrollado vajillas desechables fabricadas a partir de agua y salvado de trigo. Sus vajillas pueden ser utilizadas tanto en frío como en caliente (soportan horno y microondas) y son biodegradables en 30 días. Biotrend ya fabrica 15 millones de piezas al año con este nuevo material.
También en la industria patria encontramos ejemplos: Feltwood, una empresa zaragozana, asegura haber desarrollado un método industrial mediante el cual es posible fabricar materiales ecológicos y biodegradables a partir de residuos vegetales agrícolas. Se presenta como alternativa a los plásticos.
Además, existen proyectos encaminados a popularizar las propiedades de otros materiales ya conocidos más sostenibles ecológicamente. En esta categoría encontramos materiales como el corcho, el bambú o el linóleo, que son capaces de emular las propiedades técnicas del plástico en aplicaciones de arquitectónicas, de aislamiento o de revestimiento. O el incremento del cartón para la producción de publicidad ecológica.

¿Qué pasos está dando la Industria Gráfica hacia una Publicidad Ecológica?
En general, la industria gráfica imprime aquello que “le hacen llegar para imprimir”. Sobre todo aquellos que forman parte de la cadena industrial de fabricación de productos en los que la impresión es una parte más del proceso. Sin embargo, también es cierto que existen segmentos en los que el impresor tiene la potestad de presentar nuevos materiales a sus clientes. Es el caso de los fabricantes de etiquetado, packaging o la impresión en gran formato, por ejemplo.
En este contexto, cada vez son más las marcas que están abiertas a escuchar propuestas que les permitan cumplir con sus necesidades de comunicación de la manera más respetuosa posible con el medio ambiente. Y lo hacen atentas a la creciente sensibilidad medioambiental de su público objetivo. De igual forma, cada vez en más pliegos de condiciones para concursos públicos o de grandes corporaciones, incluyen exigencias medioambientales que empiezan a ser relevantes.
El mundo del packaging y el etiquetado, por su dimensión y complejidad intrínseca, precisarían de un análisis monográfico y en profundidad que no intentaremos acometer en esta breve entrada. Solo indicar que, desde hace años, los volúmenes de fabricación de packaging sobre cartón crecen a un ritmo más acelerado que los basados en plástico. Según cifras oficiales, entre 2013 y 2016 la industria cartonera creció casi un 30% más que el sector de packaging plástico.
Si ahora tomamos como ejemplo el segmento de la impresión en gran formato, evidentemente, no son los volúmenes de plástico que podamos mover en esta industria los que están causando el grueso del problema. Pero todo ayuda y la cantidad de PVC, PET, PP, PE y otros materiales con base plástica utilizados globalmente, tampoco es desdeñable.
Alternativas YA reales
Este hecho, junto con la nueva sensibilidad que va calando en consumidores y anunciantes, no ha pasado desapercibida. También en el gran formato empiezan a aparecer compañías con propuestas de materiales biodegradables orientados a sustituir los soportes de impresión basados en el plástico. El objetivo, crear una «publicidad ecológica».
Un claro ejemplo lo encontramos en Sabadell, donde la compañía Bio Green Save Solutions, lleva varios trabajando en el desarrollo de este tipo de materiales. Fundada por Joan Rof, experto conocedor del sector de los soportes para impresión en gran formato, BGSS se constituye sobre la idea de una creciente necesidad de ofrecer a las marcas anunciantes alternativas ecológicas al PVC.
Tras años de investigación, desarrollo y prototipado, desde BGSS confirman que finalmente se encuentran a las puertas de lanzar su primer producto comercial. Biogreen Blockout será presentado como un soporte publicitario 100% biodegradable, compostable, reciclable y reutilizable, que “desaparece” en 180 días sin efectos contaminantes para el medio ambiente.
Este nuevo material, fabricado a partir de la soja, persigue convertirse en la alternativa eco-responsable a la tradicional lona blockout, tan ampliamente utilizada en la publicidad de gran formato. BGSS espera que Biogreen Blockout sea el primero de una completa familia de productos que realmente ofrezca una alternativa global al plástico, para la comunicación visual de gran formato.

Nuestra apuesta
Esta iniciativa, pionera en nuestro sector marca una trayectoria que, con toda probabilidad, otros se animarán a seguir en los próximos años. No hemos podido encontrar empresas con similares líneas de desarrollo en estos momentos.
Sin embargo, estamos seguros de que los grandes fabricantes de soportes de impresión comenzarán a presentar productos con esta misma filosofía muy pronto.
Desde Durst, estamos realizando nuestros propios esfuerzos. Y, por supuesto, ya hemos transmitido a los responsables de BGSS nuestra disposición a testar su producto. Esperamos poder compartir con vosotros los resultados obtenidos en una próxima entrada.